Fotografía: Iván Rupérez

23 de octubre de 2011

El alumno ideal

Que mi vida gira en torno a la educación es una realidad. Es frecuente en mi grupo de amistades oír hablar sobre la praxis docente. No obstante, nunca nos hemos parado a ver la otra parte del esquema educativo: el alumno. Es entonces cuando me surge la siguiente cuestión: ¿Cómo se supone que debe ser el alumno/a ideal?

«Ahora seguro que atienden»
Imagen: http://www.chicadelatele.com
Buscando en Internet he hallado un top nine bastante curioso sobre las cualidades que se supone que el alumno/a ideal debe tener:

Puntualidad:
Completamente de acuerdo. La impuntualidad injustificada y reiterada me parece una falta de respeto enorme.
 
Ordenado y limpio:
Imprescindible.

Pone atención en clase:
Como se suele decir: "Aquí no se viene a calentar los asientos".

Entrega buenas tareas:
Considero más correcto decir: "Se esfuerza por entregar buenas tareas". Pero sí, sería estupendo (pero aburrido) que todos los trabajos entregados por los alumnos fuesen de diez.

Repasa sus apuntes:
Totalmente de acuerdo.

Sociable y agradable:
Ojalá. Son cualidades necesarias para crear un buen clima en el aula. Añado: Respetuoso.

Reparte su tiempo:
Asocio esta idea a la constancia. Una de las cosas que más me repetía mi madre cuando era pequeño: "Tienes que ser constante". Imprescindible también.

Inteligente:
Discrepo sí y no. Es decir, sería estupendo (y nuevamente aburrido) que todos los alumnos fueran superdotados, pero me parece tan sumamente subrealista esta cualidad que desecho la idea.

Participa:
Me remito a la tercera cualidad: 'Pone atención en clase'.

Me parece un catálogo bastante completo. No obstante, si se me ocurre alguna cualidad no recogida en este listado os la haré saber. ¿Realmente puede existir el alumno/a ideal?

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